Exposición Música Mecánica. Los inicios de la fonografía.
Mecanismos precursores. Revolución Industrial 1860 a 1920
Maquinización, aplicaciones y cambio social. Centro de Documentación Musical de Andalucía.
Hoy les quiero presentar a uno de los grandes pintores del momento. Conrado Meseguer Muñoz, Nacido en Sueca, Valencia, España (1. 946). En sus óleos vemos la belleza rural de los temas y personajes del campo de su tierra valenciana.
Exposición Música Mecánica. Los inicios de la fonografía.
Mecanismos precursores. Revolución Industrial 1860 a 1920
Maquinización, aplicaciones y cambio social. Centro de Documentación Musical de Andalucía.
Hoy les quiero presentar a uno de los grandes pintores del momento. Conrado Meseguer Muñoz, Nacido en Sueca, Valencia, España (1. 946). En sus óleos vemos la belleza rural de los temas y personajes del campo de su tierra valenciana.
Los nacimientos – Leyendas americanas
Cuando los dioses le enseñaron al hombre las cosas de la cultura, le enseñaron a cultivar el maíz.
Debe haber sido porque también por sus venas corre sangre de maíz, o quizá puede haber sido porque también el hombre echa raíces y se alimenta de la tierra para poder fructificar y alimentar a otros. ¿Quién sabe? La cuestión es que el hombre creó la mazamorra y se alimentó y alimentó a su familia… y también invitó a los dioses a comer.
No se trata propiamente de una leyenda pero se le acerca. Es que el alimento simple tiene ese algo de origen y de nacimiento y de fiesta; pero también porque en estos alimentos, como en las leyendas, se agrega, se saca, se pone un pequeño detalle y se pasa a la familia sabiendo de antemano que la receta camina y se transforma con cada una de las manos que se ponen a cocinar (agua o leche, azúcar o miel, un toque de canela… y nuestra mazamorra sabe a mi mazamorra –y aún así es nuestra–).
Durante la cocción de esta mazamorra se tejen varios hilos como el origen del maíz, el de la cultura y también su función. Nada complejo, sólo la función del alimento simple, el que está en la mesa de todos los días y une sabores y sin sabores, el que se mezcla con las risas y las lágrimas, algunas sombras y algunas luces, el que ayuda a resistir, el que "está".
Un homenaje para El gran Carnaval de Barranquilla, Patrimonio Histórico, Oral e Inmaterial de la Humanidad - UNESCO 2003.
QUIEN LO VIVE ES QUIEN LO GOZA!!
Los nacimientos – Leyendas americanas
Cuando los dioses le enseñaron al hombre las cosas de la cultura, le enseñaron a cultivar el maíz.
Debe haber sido porque también por sus venas corre sangre de maíz, o quizá puede haber sido porque también el hombre echa raíces y se alimenta de la tierra para poder fructificar y alimentar a otros. ¿Quién sabe? La cuestión es que el hombre creó la mazamorra y se alimentó y alimentó a su familia… y también invitó a los dioses a comer.
No se trata propiamente de una leyenda pero se le acerca. Es que el alimento simple tiene ese algo de origen y de nacimiento y de fiesta; pero también porque en estos alimentos, como en las leyendas, se agrega, se saca, se pone un pequeño detalle y se pasa a la familia sabiendo de antemano que la receta camina y se transforma con cada una de las manos que se ponen a cocinar (agua o leche, azúcar o miel, un toque de canela… y nuestra mazamorra sabe a mi mazamorra –y aún así es nuestra–).
Durante la cocción de esta mazamorra se tejen varios hilos como el origen del maíz, el de la cultura y también su función. Nada complejo, sólo la función del alimento simple, el que está en la mesa de todos los días y une sabores y sin sabores, el que se mezcla con las risas y las lágrimas, algunas sombras y algunas luces, el que ayuda a resistir, el que "está".
Un homenaje para El gran Carnaval de Barranquilla, Patrimonio Histórico, Oral e Inmaterial de la Humanidad - UNESCO 2003.
QUIEN LO VIVE ES QUIEN LO GOZA!!
Mafalda está más viva que nunca. Reaparece siempre fresca y renovada en sus nuevos libros y periódicos. Hace cine y televisión. Viaja en la imaginación colectiva de infinidad de naciones que son muy diferentes entre ellas culturalmente. Y llega a los lugares más insospechados, volviéndose familiar a generaciones que no tienen nada que ver con la que vio nacer a Mafalda